NOSOTRAS, LAS NUESTRAS
NOSOTRAS, LAS NUESTRAS
Ser una de las nuestras es complicado. Y eso que ser mujer, de por sí, no debería ser un elemento determinante. Estamos abocadas a tener que conquistar espacios que a los hombres les quedan al alcance de la mano sólo por haber nacido varones.
Este viernes ha quedado constituido el Parlamento vasco y me ha alegrado constatar que la mayoría absoluta es de mujeres. Me queda la esperanza de que ellas lleven al primer plano de la política lo que para tantos políticos parece resultar secundario: la desventaja en todos los ámbitos contra la que luchamos nosotras y conviven las nuestras. Sus madres, sus parejas, sus hijas. Sus propias compañeras de bancada.
Ser mujer es muy complicado porque vemos cómo las nuestras son discriminadas, sometidas, vejadas, humilladas, violadas y asesinadas. En Argentina, este octubre ha sido negro. Lucía Pérez, de 16 años, fue secuestrada por tres hombres, drogada, y salvajemente empalada hasta la muerte. Lavaron su cadáver y lo dejaron en urgencias como si hubiese sido víctima de una sobredosis. Diez días después, en la misma ciudad, una joven de 19 años que iba a presentarse a un examen fue secuestrada por tres hombres y violada por dos de ellos. Cuando terminaron, la dejaron tirada en otra parte de Mar de Plata. Usar y tirar. Como objetos sin valor.
En España, las denuncias por violencia machista han aumentado un 13 por ciento este año. Y, desgraciadamente, hay muchas mujeres que siguen sin denunciar. Es el momento de que nosotras, que seguimos luchando por conquistar los espacios que iluminan los focos, denunciemos con más fuerza lo que están padeciendo las nuestras en los lugares en sombra: la intimidad de sus casas. Muchas veces, ante sus hijos.
Es el momento de que proyectemos los focos sobre esa oscuridad donde muchos se niegan a adentrarse porque dicen que forma parte de la intimidad de una familia. Ha llegado el momento de que los políticos giren la cabeza. Porque también es asunto suyo. Y de sus madres, de sus parejas, de sus hijas. Y no sólo de sus compañeras de bancada.