SIMULACROS DE CRISIS
SIMULACROS DE CRISIS
Entrenar a la dirección de una empresa para comunicar en situaciones de crisis es imprescindible. La experiencia más productiva es simular una crisis a lo largo de una jornada.
Las batallas se preparan en tiempos de paz. Por eso es necesario que una empresa dedique sus períodos de calma a pensar en las crisis que puede sufrir. La compañía debe detectar escenarios adversos, desarrollar un manual de comunicación de crisis, seleccionar y entrenar a sus portavoces y, ante todo, engrasar el funcionamiento de la célula de crisis.
Una de las experiencias más efectivas para entrenar a esa célula es simular una crisis durante una jornada. Los participantes pueden creer que es complicado meterse en el papel, hasta que… empiezan a ser bombardeados por supuestas llamadas y comunicaciones de socios, clientes, proveedores y medios de comunicación que buscan respuestas. Y, mientras tanto, ven cómo los medios emiten informaciones que magnifican la supuesta crisis y se hacen eco de informaciones filtradas que suelen beneficiar a la competencia.
Un simulacro de crisis permite identificar quién toma decisiones, quién decide comunicarlas y cómo deben difundirlas los portavoces. Antes de esa jornada simulada, los entrenadores ofrecemos pautas teóricas a los miembros de la célula para que, sea cual sea la estrategia de comunicación por la que opten, tengan claro cómo deben funcionar para ahorrar tiempo y no cometer errores, dos de los factores clave para contener una crisis.
Llamamos Golden hour u Hora de oro a los primeros 60 minutos que siguen al estallido de una crisis. La estrategia de comunicación por la que optemos en ese brevísimo período de tiempo determinará si la crisis se desbocará o si podremos mantenerla bajo control. Pero eso ya es tema de otro post…