COMUNICACIÓN INTERNA Y PRODUCTIVIDAD
COMUNICACIÓN INTERNA Y PRODUCTIVIDAD
Entender la comunicación interna como la hermana pequeña y desvalida de la comunicación externa es un error. Estratégicamente planificada, puede ser uno de los mecanismos más efectivos para aumentar la productividad.
Antes de diseñar cualquier estrategia de comunicación interna, debemos monitorizar el estado de la comunicación dentro de la empresa. Además de las auditorías periódicas, debemos poner en marcha auditorías específicas para modificar nuestra estrategia. Tenemos que detectar los puntos débiles de nuestra comunicación interna y darles respuesta de inmediato. Diseñaremos la nueva estrategia con los resultados de las auditorías en la mano, adaptándola a cada uno de nuestros públicos internos.
Cualquier plan de comunicación interna no sólo debe tener el visto bueno de la dirección, sino el compromiso de que será parte activa de él. La comunicación interna hace tiempo que ha dejado de ser un modo de informar a la plantilla de las decisiones de la empresa. Debemos entenderla como un mecanismo para crear un sentimiento de pertenencia a una comunidad. Por eso es imprescindible identificar y formar a los líderes naturales que servirán de puntales del proceso de comunicación: trasladarán los mensajes y el espíritu corporativo y recogerán el feedback de los trabajadores para enviarlo de vuelta a la dirección.
Mensajes con sustancia
También debemos otorgar otra dimensión a la comunicación interna: es una herramienta para que el trabajador se identifique con una marca y actúe como su embajador, pero para eso los mensajes deben tener sustancia. No debemos limitar la comunicación interna a difundir informaciones corporativas ni pensar que lo que únicamente le interesa a la plantilla es la información social que se genera en torno a la empresa (aniversarios, actos corporativos, cumpleaños…).
Tenemos que dar un paso más para que la comunicación interna sea exitosa: debemos entenderla como una forma innovadora de comunicación que agilice gestiones, ponga en contacto a los trabajadores rápidamente y, si es posible, cara a cara, y -ante todo- debemos asociarla a unos objetivos corporativos. Y el resultado no nos defraudará.